La iglesia radica desde los apóstoles
Primero: Lo primero que tiene que entender es que la Iglesia de Dios se denomina como una organización actual, pero a un es más profundo, el organismo radica desde los apóstoles y desde Jesús mismo cuando fundo su iglesia. En la iglesia se ha cumplido lo que dice: “La senda de los justos es como la luz de la aurora que va en aumento hasta que el día es perfecto” (Proverbios 4:18).
Segundo: Nosotros estamos en el Nuevo pacto por cristo, con cristo y en cristo. Entendemos que la Salvación nos la ha regalado nuestro Padre únicamente por la –fe salvadora- como dice (Efesio 2:8), y “no por obras para que nadie se gloríe” (Ver.9) Espiritualmente el Padre nos resucito y nos hizo sentar en los cielos con cristo Jesús (V.6)
Los mandamientos
Primero: Que el hecho que estemos en la gracia de Cristo, y que estamos participando de la salvación, eso no significa que los mandamientos de Dios se hayan anulado.
Segundo: El cristiano en el Nuevo Pacto tiene tres características según (Apo.14:12) “Paciencia que guardan los mandamientos de Dios, y la fe de Jesús” Esto lo escribió Juan el teólogo, 60 años después que Cristo resucitó. Y lo mismo dice en (1 Juan 5:3) “Porque este es el amor de Dios, que guardemos sus mandamientos; y sus mandamientos no son penosos”
Tercero: El cristiano en el Nuevo Pacto tiene fe en dos aspectos:
a) La fe salvadora, que es la que aplica cuando está en el mundo y escucha el evangelio y cree y acepta a Cristo Jesús. (Efe.2:8-9) “Por gracia sois salvos por la fe, y esto no de vosotros pues es don de Dios. No por obras para que nadie se gloríe”
b) La fe que obra, es la que aplica la persona cuando ya se ha convertido al evangelio, que menciona (Santiago 2:17-18): “…la fe si no tuviere obras, es muerta en sí misma” Esta es la fe progresiva porque va creciendo a medida que obra, como dice (2 Tes.1:3) “Por cuanto vuestra fe va creciendo”.
Amor a Dios y al prójimo
Las obras que Dios preparó (Efe.2:10) y lo que obra la fe del cristiano es lo que Jesús respondió ante la pregunta: ¿Cuál es el mandamiento grande en la ley?
“Amarás al Señor tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y de toda tu mente. Este es el primero y grande mandamiento. Y el segundo es semejante a éste: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas” (Mat.22:35-39).
Por amor a Dios no tenemos dioses ajenos, no hacemos imagen para adorarla, no tomamos el nombre de Dios en vano y el séptimo día lo descansamos para Jehová nuestro Dios. (Ex.20:1-11)
Y por amor al prójimo honramos a nuestros padres, no matamos, no adulteramos, no robamos, no levantamos falsos testimonio y no codiciamos lo que es de nuestro prójimo. (Ex.20:12-17)
El sábado
Que el cuerno que tiene ojos y boca de la cuarta bestia (el poder papal) es el que pensó en mudar la ley (Dan.7:25) y la mudó anulando el 1° “no tendrás dioses ajenos”, 2° “No te harás imagen” y el 4° “Acordarte has del día de reposo, seis días trabajarás, más el séptimo día (sábado) será reposo para Jehová tu Dios”
Nuestro Señor Jesucristo, no vino a mudar la ley sino a cumplirla (Mat.5:17) tanto en obediencia como en engrandecer la parte moral (Isa. 42:21) Este cumplimiento lo lee en Mateo 5:21-48 Con la famosa frase que dice: “Oíste que fue dicho a los antiguos…más yo os digo”
Le vino a dar más espíritu a la letra, pues ahora solo con mirar a una mujer y codiciarla ya adultero con ella en su corazón”
Lo mismo hizo exactamente con el cuarto mandamiento. En primer lugar él lo guardó y santificó para su padre asistiendo a la sinagoga todos los sábados (Lucas 4:16) “Entro conforme a su costumbre” Y en sus declaraciones confirmó el 4° mandamiento: (Marcos 2:28) “Así que el Hijo del hombre es Señor aun del Sábado”, (Mateo 12:12) “…así que, lícito es en los sábados hacer bien”
En conclusión: La persona que está en contra del sábado está en favor de la bestia. La persona que lo guarda está imitando a Cristo.
El sábado creación de Dios
Que el sábado no tuvo su origen en el Antiguo Pacto. El sábado fue establecido desde el (Génesis 2:2-3) El sábado tiene tres cosas especiales:
Jehová fue el primero que lo guardo,
El único día bendecido de entre los días de la semana y
El único día santificado.
Jesucristo no quitó la BENDICIÓN, el quitó la MALDICIÓN de la ley (Gal.3:13) para que la bendición de Abraham fuese, sobre los gentiles EN Cristo Jesús.
Otra prueba que el sábado existió antes de establecerse el Antiguo Pacto en el Sinaí, es que en (Éxodo 16:23-29) Jehová dijo: “…mañana es el santo sábado, el reposo de Jehová” (23) “…es sábado de Jehová” ((25) “Mirad que Jehová os dio el sábado…” (29)
Aun Dios no había hecho el pacto con Israel y ya el sábado era guardado por el pueblo.
Podemos resumir: El sábado ha sido desde el principio de la creación. Antes del Antiguo Pacto. Incluido también en el Antiguo Pacto. Y también incluido en el Nuevo Pacto. Esto se comprueba cuando Cristo dijo: “El sábado por causa del hombre es hecho” (Mar.2:27)
Quienes guardamos y santificamos el sábado estamos imitando al Creador, a Cristo y aun al apóstol Pablo, quien trabajando entre semana haciendo tientadas, reposaba el sábado para asistir a la sinagoga. (Hech.18:3-4)
Hech.13:42-44) Y también el sábado les predicó a los gentiles que tenían deseo de escuchar la palabra de Dios.
Los apóstoles guardaron el sábado
Pablo nunca combatió la observancia del sábado. En (Colosenses 2:16) está aclarándoles a los cristianos que los judaizantes no tenían por qué juzgarlos con relación a comidas y bebidas y a días de fiesta y sábados ceremoniales los cuales según los judaizantes tenían que guardarse para ser salvos (Hech.15:5) Nada de eso es necesario para la salvación. Todo lo ceremonial fue una sombra de la realidad en Cristo Jesús (Colosenses 2:17).
Los 10 mandamientos no son sombra de nada, los diez mandamientos son cosas reales que deben obedecerse como fruto del Espíritu de Dios.
Y en (Rom.14:5-6) también se refiere a días festivos de los judíos, que algunos cristianos querían celebrar, y si alguno lo hacía, lo dedicaba al Señor y el que no hacía caso del día, pues no lo hacía para el Señor. Aquí no habla del sábado, porque el sábado es mandamiento.